Se diseñó y construyó la Unidad mínima familiar para la producción de orellana teniendo en cuenta aspectos indispensables como son: sustrato para la alimentación del hongo, y la casa donde vive y se desarrolla el mismo; esto con el objetivo de estandarizar la producción manejando las variables humedad relativa y temperatura de modo que permitan lograr una eficiencia biológica aceptable de acuerdo al tamaño y capacidad de la unidad, facilitando la posibilidad de brindar una alimentación sana y mejorar la seguridad alimentaria a familias de escasos recursos, dado que esta es una problemática que todos los días toma más fuerza sin que se planteen soluciones de fondo. Este modelo responde mediante la producción artesanal con sustrato y materiales de construcción asequibles y buscó estandarizar la producción. Se realizó con aprendices e instructores del área de recursos naturales del Centro de los Recursos Naturales Renovables La Salada. Hasta el momento se han hecho alrededor de seis siembras con resultados en cuanto a eficiencia biológica de 74.89%; esta producción se considera buena respecto al sustrato utilizado.