Este artículo explora la Antropología en sentido pragmático y las Lecciones de Antropología con el fin de buscar las reglas de la prudencia, los horizontes y las técnicas que Kant propuso para saber vivir consigo mismo y con los otros. Estas técnicas las dirigió a los modos del pensar (Denkungsart), ya que en el pensamiento es donde se manifiesta la voz de la razón y en la razón todos los seres humanos tienen voz; por tanto, también en ella reside la posibilidad de construir juntos un mundo común. Por otra parte, se estudiará cómo la prudencia es la cura del egoísmo -el cual es el mayor obstáculo para el cosmopolitismo y para la construcción de una vida vinculada-, pues es la base de una buena vida.