Este artículo reflexiona sobre las creaciones culturales como aportes para la construcción de paz. Se parte del supuesto de que los procesos de transición requieren de transformaciones culturales; esto es, reconfiguraciones en los modos de pensar y actuar acerca de la diferencia, el conflicto y la justicia, que se apoyan en distintos tipos de expresiones culturales que, históricamente, han sido claves para situar valores y representaciones sociales en el imaginario colectivo. El texto inicia con una conceptualización sobre las creaciones culturales y su contribución a la construcción de paz, que se centra en el modo en que se tramitan dolores y se representan simbólicamente traumas colectivos. Posteriormente, se exponen modos en que se han dado estos aportes y se puntualizan dimensiones expresadas en estas creaciones y cómo pueden ser leídas en relación con la construcción de paz. Se finaliza con algunas reflexiones en torno a los efectos sociales del arte desde una mirada ontológica de la hermenéutica y desde el vínculo entre arte y ritual.