Aunque el fútbol, hoy por hoy, es un fenómeno no comparable en importancia a otros muchos más trascendentales como, por ejemplo, el calentamiento global, la inmigración o la guerra comercial que se avecina, debe reconocerse, sin ninguna duda, que es una característica focal del mundo contemporáneo, hasta el punto de estar presente en todo, llenar todos los espacios y conquistar cantidades ingentes de seguidores que lo practican o asisten a los estadios. De él se ocupan, de manera preferente, los medios de comunicación, los organismos políticos y administrativos, los centros educativos, las comunidades y los clubes y federaciones correspondientes, bien sea en su expresión formativa, recreativa y, principalmente, profesional.