Europa asiste hoy al crecimiento constante y fortalecido del poder del ala derecha y ultraderecha de la política, con participación en gobiernos de coalición y, en algunos casos, ocupando puestos de gobierno. De la misma forma, América Latina afronta un fortalecimiento y establecimiento de la izquierda. Este fenómeno, en una y otra región, se debe a que muchos votantes están desilusionados con los partidos tradicionales. Sin duda, estamos experimentando una transformación crítica global, una crisis generada por la pandemia de Covid-19, por la guerra en Ucrania, por el costo de la vida y la migración; en tiempos de crisis, los partidos de corte populista en Europa y los países de América Latina presentan soluciones bastante simples y precarias a problemas de gran complejidad, en un discurso populista que ha conquistado las masas.