Los insectos formaron parte de los estudios de la ciencia ilustrada durante el siglo xviii e inicios del xix. Tomando al ámbito del virreinato de la Nueva Granada, y desde la óptica de la historia cultural de los animales, se analizarán en este artículo algunos aspectos de los contenidos y de los significados inmateriales sobre la entomofauna tropical que, más allá de los informes científicos, sirvieron a las élites ilustradas para articular un discurso de intervención social, cultural y política sobre las zonas todavía no controladas y explotadas por el sistema colonial. Aquellas “temibles sabandijas” eran la muestra evidente de que se debía abatir el medio natural de las regiones cálidas; lucrar con los tesoros botánicos y zoológicos que allí se escondían; y, por supuesto, homogeneizar culturalmente a los grupos humanos igualmente “salvajes”, pues de este modo podrían asentarse aquellos que se percibían a sí mismos como los voceros del “progreso” y de la “civilización”.