En su obra All Art is Ecological, Timithy Morton (2021) se pregunta: ¿en qué medida el arte es crucial para nuestra coexistencia con lo no-humano? Este interrogante nos lleva a entrelazar el pensamiento de Morton con la perspectiva simbiótica del arte cíborg, en la que los órganos, las máquinas y los animales siguen trayectos paralelos de coevolución. El propósito principal de este artículo radica, entonces, en trazar un recorrido que va desde dicha simbiosis hasta las prácticas artísticas que cuestionan nuestras jerarquías sobre el valor de algunas formas de vida sobre otras. Para ello, se explora acá cómo las obras de Moon Ribas son coreografías que se centran en el movimiento de la Tierra. Posteriormente, se llevará a cabo una ecocrítica húmeda, inspirada en el colectivo Quimera Rosa y en la conversación entre Haraway y Baptiste en la ciudad de Bogotá.