Intentamos caracterizar la intuición de que habría una potencia vital inmanente a lo real por la que se promueven existencias colectivas, transformaciones y devenires. Proponemos que esa potencia puede denominarse “deseo”. Acudimos a varios conceptos nacidos en el seno de la reflexión sobre la monadología y la sociología de Gabriel Tarde. Nos concentramos en aislar, en abstracto, los principios relativos a los procesos de armonía y variación para componer una fórmula coherente sobre el deseo y dar cuenta de las sociedades y sus procesos. La reflexión de Tarde está ligada a sus impresiones sobre la sociología y a los avances científicos de su momento, por lo que tratamos con algunos recursos (pie de página, praecautio, addendum, excursus) de insinuar los alcances actuales de algunas afirmaciones. En las conclusiones, resumimos la propuesta en la caracterización teórica de los aspectos concernientes a la física social, a la avidez y la diferencia, a la sociabilidad y, por supuesto, al deseo. P