Desde 1968 y tras cinco décadas de iniciativas, estudios, negociaciones y conflictos, se hizo realidad lo que hoy llamamos Embalse de Topocoro o represa Hidrosogamoso. Es una historia repetida y muchas veces contada, de cómo las demandas permanentes de recursos energéticos impulsan a la construcción de grandes infraestructuras, de como estas generan contradicciones y conflictos, pero a si mismo múltiples oportunidades.