En el artículo se desarrolla un esbozo crítico de la recepción marcuseana más temprana de Sein und Zeit, realizada por el filósofo judío entre 1928 y 1929. Para ello, en primer lugar, se expone la forma en que Marcuse retoma los conceptos heideggerianos de cuidado y movilidad para pensar la acción radical revolucionaria del proletariado. Una vez hecho esto, en segundo lugar, se pone de relieve el modo en que Marcuse obvia el problema de la disposición afectiva, entendida como la condición de posibilidad del paso de la impropiedad (capitalismo) a la propiedad de la existencia (configuración societaria no capitalista).