Reflexionar sobre la importancia de la inteligencia emocional en la vida humana y su impensable influencia en el proceso educativo, no es una novedad. Muchos hablan, pocos escriben sobre el asunto y muchos otros ofrecen largos discursos defendiendo su importancia, pero no logran pasar de la teoría a la práctica en su propio quehacer profesional e incluso en su vida personal. Este libro proporciona, de un lado, elementos teóricos que permiten comprender a quienes se interesan por la educación el funcionamiento básico del cerebro humano y las repercusiones emocionales y fisiológicas que experimentan los estudiantes en virtud de los estímulos que recibe del docente, y del otro lado, ofrece actividades y herramientas sencillas pero trascendentales que cualquier educador, sin importante el área del conocimiento o nivel de escolaridad, puede utilizar y/o adaptar atendiendo a la necesidades del grupo, de los estudiantes, del tema a enseñar, de la familia o de la sociedad.