La implementación de espolones o técnicas estructurales duras como plan de estabilización de la línea costera ante efectos de erosión, ha sido la medida frecuente para mitigar esta problemática en las costas del Caribe Norte Colombiano. En la playa de Sabanilla, Departamento del Atlántico, se llevó a cabo un análisis utilizando imágenes satelitales entre los años de 2004 a 2017 para determinar la evolución de la línea costera. Los resultados se basaron en la observación de cambios temporales asociados con la instalación de espolones en los años 2007 y 2015. Además, se realizó una evaluación de la calidad ambiental de la playa, considerando las características del entorno antes y después de la instalación del espolón. Los análisis en el agua se destacó mejoras en parámetros fisicoquímicos como el color que paso de 40 y 80 UPC a valores de 5, 10 y 20 UPC, la turbiedad de 58,7 NTU se redujo a valores entre los 3,2 a 17,4 NTU. Los coliformes totales y fecales en agua cumplieron con el criterio de calidad de la norma colombiana, mientras que los coliformes fecales en la arena de la playa incumplen el valor máximo permisible <100 NMP/10g. La carga turística y los residuos sólidos incrementaron notoriamente después de la intervención de la playa. Los espolones en la playa de Sabanilla tienen efectos positivos y negativos en la calidad del agua de la playa. Por un lado, capturan eficientemente sedimentos, redujo la turbidez y da la apariencia de agua más clara y limpia cerca de los espigones. Sin embargo, también pueden alterar los patrones de flujo de agua y favorecer la acumulación de residuos sólidos, lo que puede tener impactos negativos en la calidad del agua. Los efectos de la erosión en la playa de Sabanilla se pueden mitigar, pero la estabilización de la playa ha traído más visitantes y consigo ha propiciado afectaciones estéticas y sanitarias, siendo necesario adoptar medidas preventivas que integren todo el ecosistema para su conservación.