El presente artículo se basa en una investigación que tuvo como objetivo indagar y explorar acerca de la experiencia de habitar en una residencia geriátrica pública gestionada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Si generalmente estas instituciones fueron estudiadas como ámbitos de soledad y pasividad en los cuales se confina a las personas de edad que ya no pueden valerse por sí mismas y están en su última etapa vital, este trabajo plantea el desafío de abordarlas como un mundo de vida.
 El abordaje de la investigación se llevó a cabo desde una metodología etnográfica. A partir de un trabajo de campo realizado entre los años 2016 y 2018, se pudieron explorar los modos en que los residentes experimentan la vejez y el habitar la institución. La labor etnográfica me condujo a desarrollar una perspectiva que denominé “gerontología de la experiencia”, desde la cual he buscado aprender y reflexionar sobre la vejez más allá de la edad, para pasar a considerarla como una vivencia específica y situada.