Si bien la saga no es un género narrativo inaugurado por el cine, se trata de una estructura que este supo apropiar satisfactoriamente por medio de algunas estrategias para reunir a su público y de materializar objetos de deseo que permanecían en el imaginario de la literatura. Este ensayo se propone revisar la llegada de las sagas al cine hollywoodense y la mercadotecnia implementada para alcanzar un renombre tanto comercial como técnico y artístico. Nos centraremos especialmente en el caso de la trilogía de El Señor de los anillos, no sin antes pasar por un breve examen del fenómeno cultural de Star Wars y la manera marcó un norte para las franquicias nacientes en la era de internet. Además, se plantean algunas diferencias entre las sagas literarias y las cinematográficas, así como la manera en que estas últimas representan un universo narrativo abierto y transmediático que depende, en gran medida, de un dispositivo (como lo entiende Agamben) de fidelización que es permitido por las obras derivadas y extracinematográficas. De ahí que la consolidación de las franquicias de medios y la afiliación de los fanáticos a los modos de consumo resulten cruciales para entender la longevidad y el éxito de las sagas en el industria contemporánea.