La alarmante preocupación global por el cambio climático, el incremento de la concentración en la atmósfera de los Gases de Efecto Invernadero – GEI, el aumento promedio de la temperatura terrestre, los compromisos de los gobiernos con el Acuerdo de París, las metas de descarbonización de la economía Net-Zero 2030, 2050, 2100, los cambios bruscos geopolíticos y el nuevo ordenamiento de poder mundial, han hecho que las energías renovables y el potencial del hidrógeno sean considerados como las mejores opciones para solucionar los requerimientos de energía del futuro, sin emisión de GEI.