La poesía de la Guerra Civil española responde a unos mecanismos de creación y difusión que están relacionados con su finalidad propagandística en el frente de batalla y en la retaguardia. Entre los poetas del bando “nacional”, abundan los libros en los que se repiten conceptos de inspiración fascista, como la Patria, la Raza, el Imperio o la Cruzada, que son propios de un discurso retórico que utiliza consignas para fomentar las adhesiones a la causa. No obstante, junto a estas manifestaciones determinadas por la urgencia del conflicto bélico, se pueden localizar ciertos libros que se encuentran en los márgenes del género porque exploran el dolor de las víctimas y ofrecen una visión más humanizada, con un lenguaje poético más elaborado. Altura. Poemas de guerra (1938), del escritor gallego José María Castroviejo, es uno de esos libros.