El presente trabajo plantea como hipótesis que los conjuntos cerrados fragmentan la relación de las viviendas con sus entornos, y dificultan la interacción entre las comunidades, lo que aumenta la segregación socioespacial. Para comprobar lo anterior, se hace una revisión teórico-conceptual de las relaciones entre la segregación, las desigualdades y la tipología de conjuntos cerrados; además, se hacen entrevistas, observación y análisis del caso de Cali, Colombia. Al final, se encuentran indicios de que los conjuntos cerrados contribuyen a agudizar los factores que generan segregación socioespacial a escala barrial, y afectan el tejido de las relaciones de los habitantes urbanos.