La lactancia materna es uno de los indicadores más importantes de desarrollo y crecimiento infantil puesto que permite optimizar el estado nutricional del bebé, fortalecer el sistema inmune, aumentar la producción de inmunoglobulinas e incrementar el desarrollo y funcionalidad de las estructuras orofaciales y oromotoras del neonato. Asimismo, favorece el desarrollo socio afectivo entre la diada madre e hijo. (1) (2), sin embargo, en la actualidad, esta práctica ha sufrido grandes cambios debido a factores sociales, culturales, socioeconómicos, individuales, laborales y familiares, que representan que en Latinoamérica el 51% de los niños no son alimentados con leche materna en su primera hora de vida.