La enfermedad renal crónica en las personas con diabetes mellitus tiene un gran impacto personal y social, por el riesgo que presenta de progresión a enfermedad renal terminal, precisando tratamientos complejos como diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal, además de tener mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, retinopatía y mortalidad. Es fundamental realizar prevención antes de que la misma aparezca, así como realizar tratamiento en los estadios iniciales, controlando para ello sus factores de riesgo modificables, entre los que se encuentran conseguir buen control glucémico, de la presión arterial y de los lípidos, así como mantener estilos de vida saludables y reducir el consumo de alcohol y tabaco. Utilizar por parte del médico de familia los tratamientos con evidencia demostrada para el control de los factores de riesgo es fundamental para evitar el desarrollo de la misma.