Una alimentación rica en fibra, con cereales, frutas y vegetales, baja en grasa, saturada y colesterol, reduce riesgos de enfermedades. En el estómago, la fibra dietética puede retrasar el vaciamiento gástrico, y en el intestino grueso, suaviza e incrementa el tamaño de las heces, al absorber agua, aumentar la proliferación bacteriana y la producción de gas. La inclusión de la fibra dietética (FD) en la dieta, tiene múltiples beneficios sobre la salud del ser humano, sin embargo, acerca de los efectos de la FD sobre la fisiología y la salud en la infancia se sabe muy poco, y se carece de investigación epidemiológica y experimental al respecto, aunque cada vez existen más pruebas que señalan la importancia de la fibra dietética y sus posibles aportes para la salud a corto y largo plazo en pediatría. La falta de una cantidad de fibra dietética adecuada y de sus interacciones con el aparato digestivo es responsable de forma directa e indirecta de un gran número de enfermedades.