Aproximadamente desde los años 70 del siglo pasado, se inició una nueva fase de la globalización, que se acentuó luego de la caída del bloque socialista y del muro de Berlín, incrementando aceleradamente los procesos de intercambio a nivel económico, político y cultural. Esto produjo una creciente interdependencia entre los países, fenómeno que se alimentaba de diversas fuentes; entre ellas, los cambios tecnológicos impulsados por la tercera revolución industrial a partir de los años 50 y por la cuarta, cuyo inicio es señalado por los historiadores de la ciencia con el surgimiento de Internet.