Desde sus inicios a mediados del siglo XX en los Estados Unidos de América, el complejo médico industrial (CMI) ha venido encontrando diferentes nichos de acumulación y rentabilidad, en la medida en que han ocurrido las transformaciones en el sistema capitalista global. El deporte es uno de los escenarios en los que paulatinamente ha entrado a operar el CMIF con diferentes actores, que ya en el siglo XXI acumulan millonarias cifras de dinero a costa de los y las deportistas, sus cuerpos despojados y explotados, así como su salud y la vida. En tal sentido, el propósito de este artículo es aportar algunas reflexiones alrededor de las relaciones del CMIF con el deporte como campo social de disputas capitalistas.