El diseño y evaluación de un plan de estudios son actividades prioritarias para la habilitación y acreditación de programas. Al igual que en una cinta de Moebius, el currículo es el punto de partida, y a la vez el beneficiario, de las funciones misionales de docencia, investigación, extensión e internacionalización. Sin embargo, en la mayoría de los casos éste no se construye y desarrolla a partir de la relación imbricada de temas, conceptos y resultados de aprendizaje; buscando una superestructura que asegure tanto lo multidimensional, como el pensamiento crítico y la antinomia. En este contexto, la experiencia de aplicar un método heterodoxo basado en la complejidad y diagramado en mapas mentales y redes de conocimiento, permite obtener propuestas curriculares compactas, robustas y muy bien estructuradas. Método que permitió un 100% de efectividad en once procesos de renovación de registro calificado, dos acreditaciones y en cinco solicitudes de registro en distintas universidades del país.