Interpretar sesgadamente situaciones neutrales como potencialmente hostiles puede facilitar la agresión. Investigaciones sugieren que las interpretaciones sesgadas ocurren automática e implícitamente. Esta investigación busca establecer si un entrenamiento en las funciones ejecutivas reduce las atribuciones hostiles implícitas. Las funciones ejecutivas describen procesos asociados con control, planeación y asignación de recursos atencionales para desempeñar acciones dirigidas a metas. Una muestra de noventa y ocho estudiantes universitarios fue distribuida aleatoriamente a dos grupos expuestos a versiones modificadas del Test de Asociaciones Implícitas (IAT), para evaluar los niveles de atribuciones hostiles automáticas. El grupo experimental fue entrenado mediante la Tarea de Stroop, mientras que el grupo de control se expuso a una tarea neutral. Aunque los resultados no confirmaron la hipótesis de trabajo, los resultados muestran que el IAT puede ser efectivamente adaptado para medir las actitudes implícitas agresivas. En conjunto, esta metodología puede contribuir a dilucidar la influencia de factores sociales versus factores cognitivos en la generación de violencia.