Las cárceles han llamado la atención de la sociología al ser una institución dentro de la sociedad y, al mismo tiempo, comportarse como una sociedad en sí misma, con sus propios códigos y normas. Sykes la llamó “sociedad de los cautivos”, por cuanto asume que los procesos de adaptación tenían que ver con aspectos endógenos de la propia prisión y no con características exógenas, como las trayectorias de las personas encarceladas o los barrios de los que provienen. Esta investigación, realizada en dos cárceles chilenas usando una metodología cualitativa, analizó cómo se conforman los roles entre internos, para explorar la vigencia de lo señalado por Sykes. Nuestros hallazgos sugieren que: (i) las relaciones entre internos se caracterizan por fuertes asimetrías de poder y (ii) los roles y funciones están marcados por lo que ocurre en los barrios de proveniencia, lo que sugiere que en el siglo XXI barrio y cárcel tienen fronteras porosas. Finalmente, discutimos las implicancias de esta porosidad para repensar los programas de reinserción.