Este artículo narra la trágica historia de Colombia, para mostrar su profunda y estructural crisis social, económica, política y cultural. Expone dos causas estructurales de su crisis: la tradicional exclusión del pueblo y la falta de democracia comunitaria, pero, sobre todo, la concepción del poder como dominación; la causa fundamental de su historia política impuesta por la modernidad. A esta visión se contrapone otra visión alternativa, fundamentada en la vida y en la voluntad de vivir de la comunidad política, el pueblo, la fuente y la sede del poder, la potentia, el nivel a de la política. De esta alternativa se explican sus determinaciones: verdad, legitimidad y efectividad política, es decir, su materia, forma y factibilidad. Como estas determinaciones se pueden negar, se da también la política crítica que explica verdad, legitimidad y efectividad críticas, de donde se plantean seis principios ético-políticos: vida, democracia, factibilidad, reconocimiento de los otros, organización y transformación. Ahora bien, el poder político se concreta en las instituciones y, en la más importante, el Estado, que corresponden al nivel b de la política, con sus esferas materiales, formales y de factibilidad, las cuales reciben un poder delegado, la potestas, al servicio de la comunidad política. El campo político se completa con el nivel c, que consiste en el Sistema Normativo de principios ético-políticos, constitución, leyes y normas, que conforman el derecho, el Estado de Derecho, en coherencia con los niveles a y b de la política. Por último, se explica en qué consiste la fetichización o corrupción de la potestas, cómo se ha realizado en nuestro país y cómo se podría superar.