Su contraparte, la Revista de Folklore (segunda época), también editada por el ICAN, se enfocó en la documentación de expresiones culturales populares campesinas, indígenas y negras del país, con un diseño gráfico menos convencional, que incluyó diversas fuentes tipográficas, ilustraciones artísticas, caricaturas, fotografías en blanco y negro y a color.Ambas revistas fueron empleadas por los mismos autores para divulgar diferentes aspectos de sus investigaciones.