Desde un principio la ciudad de Santa Marta había venido sufriendo por la falta de oportunidad económica y de expansión gracias a sus contrapartes Barranquilla y Cartagena en lo referente a puertos y movilización de carga. Es gracias a esto que a finales de siglo XIX se comienzan a trazar nueva idea para el desarrollo urbano e industrial en aras para consolidarse una vez más poco puerto importante del caribe colombiano. Es gracias a los informes generados que se tomaron en cuenta los pueblos aledaños de dicha ciudad que se encontró que la producción agrícola de banano y caña de azúcar darían un empuje económico a la región, por lo que se enfocó en la construcción del ferrocarril de Santa Marta para el transporte de dichos productos y su exportación a otros países a través del puerto de Santa Marta, también conllevo a la movilización de ciudadanos dentro del departamento para de esta forma uniendo los pueblos separados por largos trayectos en vehículos de tracción animal en cortos tiempo gracias a los trenes.