Mitigar el riesgo residual hace parte de los objetivos de la medicina cardiovascular a través del abordaje holístico y transdisciplinario de los factores de riesgo cardiovascular; requiere el empleo de terapias cada vez más potentes que logren impactar los desenlaces clínicos relevantes, sin comprometer la seguridad de los pacientes, por lo que el uso de medicamentos que inhiben la PCSK9 se ha convertido en una estrategia sencilla, altamente recomendada en guías de práctica clínica para la intervención de factores de riesgo lipídicos y ha demostrado reducir eventos cardiovasculares recurrentes, el efecto legado en lípidos y la seguridad de niveles extremadamente bajos de lipoproteínas de baja densidad.