El aparato senso-perceptual del individuo posibilita la construcción de la memoria que permite re-conocer valores de contexto. En el barrio popular Pardo Rubio, localizado en los Cerros Orientales de Bogotá, un grupo de jóvenes, dirigido por investigadores y maestros, explora la función de la memoria en el reconocimiento de valores culturales. El proceso, basado en las prácticas artísticas, es un aporte a la metodología que estudia lo patrimoniable. Reúne, por un parte registros, narrativas, objetos y elementos encontrados en el entorno y, por otra, genera - en el caso específico - piezas de barro llevadas a la cerámica y obras fotográficas, acudiendo a la técnica denominada rayograma. Con base en la evidencia de las obras, se reafirma la idea que la práctica artística permite indagaciones y reflexiones profundas acerca del valor patrimonial y ofrece al joven, en una actividad lúdica, la posibilidad de comprender su esencia de forma significativa y experiencial.