El VIH es definido como una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana. Datos de la ONUSIDA muestran que en 2017 se encontraban viviendo en el mundo 36,9 millones de personas infectadas con este virus, la mayoría en África Subsahariana. En la actualidad el VIH es incurable sin embargo, es tratable y prevenible.Las manifestaciones clínicas de esta patología comprenden una gran variedad que suelen dividirse en fase aguda, fase crónica y SIDA, siendo esta última la fase de mayor gravedad. Dermatológicamente hablando, los signos y síntomas cutáneos son comunes en las diferentes etapas del VIH/SIDA y se manifiestan como infección o inflamación cutánea, malignidad o enfermedades relacionadas con medicamentos.Las expresiones cutáneas por hongos son más prevalentes en la población pediátrica, mientras que las expresiones cutáneas por transmisión sexual son las más comunes en adultos. En términos generales, la leucoplasia vellosa oral,el molusco contagioso, la candidiasis oral, y el herpes simple ulceroso crónico, suelen ser las más frecuentes, están estrechamente relacionadas con el VIH y presentan una alta progresión. Los estudios revisados revelan que estas manifestaciones son indicadores significativos de la presencia del VIH, lo que permite un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.