Colombia es un país con alta biodiversidad, por lo que se constituye como país megadiverso; paradójicamente, es también un país con altos índices de violencia, donde las comunidades y la diversidad biológica quedaron atrapadas en medio del conflicto. En la actualidad, las denominadas zonas de posconflicto permiten a comunidades locales e investigadores acceder a territorios antes inaccesibles, allí es posible dar apertura a propuestas donde diferentes actores posibilitan acciones de conservación desde apuestas comunitarias, en este caso particular, frente a especies de orquídeas. La investigación es cualitativa desde los marcos de la investigación acción participativa (IAP). Metodológicamente se escucha a una comunidad de jóvenes guías ambientales del municipio de Murillo, Tolima, quienes requieren elementos formativos para su quehacer educativo y de conservación; además, se desarrolla un proceso formativo participativo para el estudio y conocimiento de especies de orquídeas de la zona. Como resultado está la experiencia de conocimiento comunitario participativo y la generación de un material educativo para su labor de guianza ambiental como alternativa frente a la situación de posconflicto.