el artículo reconsidera críticamente los estudios sobre músicas afroamericanas que sostienen que sus rasgos de africanidad oficiaron, durante la esclavitud africana en América Latina durante los siglos XVII y XVIII, como elemento de resistencia frente al orden colonial. Mediante una revisión bibliográfica de autores paradigmáticos de esta corriente musicológica, se analizaron sus rasgos epistémicos como parte de una concepción escencialista y ahistórica. En contraste se recuperaron conceptos centrales de la historiografía sobre la esclavitud transatlántica provenientes de los marxismos negros —como Frantz Fanon, C.L.R. James o Eric Williams— y los desarrollos sobre la relación entre raza y cultura de autores como Stuart Hall y Oliver Cox. Con base en una transferencia disciplinar y cotejando con los principios de la estética musical occidental hegemónica se especificaron los rasgos de las músicas correspondientes a la plantación esclavista de los siglos XVII y XVIII, para concluir que son parcialmente afirmativos y funcionales a la producción de diferencia colonial, constitutivos del comercio triangular atlántico y del sistema mundo moderno/colonial. Finalmente se diferenciaron estos rasgos funcionales de las músicas de plantación con las músicas de los espacios sociales de la evasión y la cimarronería, en donde se encontraron rasgos efectivos de resistencia a partir del camuflaje de los vínculos con las tradiciones africanas.