En este artículo, se propone establecer una relación entre dos conceptos cruciales en el presente siglo: formación y práctica pedagógica. Actualmente, las prácticas formativas están articuladas a la generación de nuevas disposiciones en relación con el conocimiento y la vida social y cultural, que trascienden las instituciones de educación, las cuales, por lo general, operan sobre las bases de principios académicos y curriculares bastante conservadores.