La hernia diafragmática se define como la protrusión de vísceras abdominales hacia el tórax a través de un defecto en el diafragma, asociado a un cambio en el gradiente de presiones entre estas dos cavidades. Esta es una patología rara en el adulto, que puede ser de origen congénito o adquirido, siendo este último la etiología más frecuente. Las causas principales de la misma son traumatismos cerrados o abiertos, ya sea por accidentes de tránsito, caídas a grandes alturas, heridas por arma de fuego o cortopunzantes. Es por esto por lo que suelen presentarse con mayor frecuencia en hombres jóvenes. Debido a la distribución de los órganos abdominales, se presentan con mayor frecuencia en el hemidiafragma izquierdo ya que no cuentan con la protección del hígado y diversos estudios muestran una disminución en el grosor del músculo en este lado. Debido a la localización, las vísceras más comúnmente evidenciadas son: estómago, intestino, bazo y páncreas. Las manifestaciones clínicas de esta patología son inespecíficas por lo que comúnmente se diagnostican de forma incidental al explorar otras patologías, sin embargo puede tener complicaciones fatales secundarias al estrangulamiento de las vísceras herniadas. Su abordaje en todos los casos es quirúrgico y depende de los factores individuales de cada paciente y de la decisión del cirujano la elección de un procedimiento abdominal o torácico. Debido a la mortalidad asociada a las complicaciones de esta patología surge la necesidad de conocer la epidemiología y establecer una sospecha clínica para lograr un diagnóstico y tratamiento temprano.