La problemática ambiental y la responsabilidad humana en el uso de recursos y sostenimiento ambiental se han vuelto cada vez más relevantes y apremiantes debido al acelerado ritmo de industrialización y urbanización, y al crecimiento de la población mundial. La falta de planeación adecuada amortigua el impacto en el entorno, lo que conlleva al agotamiento de los recursos naturales y la degradación del ambiente, generando desigualdades sociales y económicas. En este contexto, la comunidad mundial tiene que lidiar con sinnúmero de compromisos en su intento por garantizar una distribución justa de los recursos y las oportunidades. El pensamiento de Aquino en su doctrina y la lectura que de él han hechos pensadores contemporáneos, proponen principios éticos que se derivan del propio mundo natural y que guían el comportamiento humano hacia la realización del bien común, con implicaciones significativas para la ética medioambiental. La idea de que el mundo natural existe para beneficio de todos los seres humanos, y que es responsabilidad humana utilizarlo de forma que promueva el bien común, sigue siendo una perspectiva oportuna y valiosa en los actuales planteamientos sobre la responsabilidad ecológica.