En la actualidad, las prácticas onomásticas de la comunidad wayuu de La Baja Guajira están ligadas a la bilateralidad del parentesco. Con este análisis proyecto aportar a la desmitificación de la matrilinealidad, como característica esencialista, que ha sido extendida sobre todo el conjunto de la población reconocida como wayuu. El análisis de los datos de archivo parroquial aquí presentado confirma el desplazamiento de las prácticas del nombrar en virtud de un proceso de colonización marcado por el mestizaje y la doble adscripción étnica.