La Compañía de Jesús tuvo, entre sus atribuciones, el encargarse de la educación de en aquellos lugares donde fundó colegio; para ello echó mano de notables bibliotecas, algunas de ellas las más ricas en el orbe hispánico. La de los jesuitas en San Luis Potosí fue una de las más ricas en todo el norte novohispano y lo sabemos gracias al completo y minucioso inventario de sus libros, que quedó consignado tras la expulsión de éstos en 1767. Gracias a su riqueza podemos avanzar algunos resultados de investigación.