En esta investigación, el autor determinó algunos aspectos de incidencia de los procesos e intervenciones en educación y comunicación para la conservación, desarrollados en el Parque Nacional Natural Tinigua en el periodo 2016-2020. Se usó una metodología cualitativa para conocer la percepción de los actores estratégicos del territorio respecto a la incidencia de los procesos de educación ambiental en los que han participado, a través de la aplicación de una encuesta semiestructura a una muestra de 30 personas. Como resultado, se observó una amplia cobertura de los procesos educativos en áreas urbanas fuera del área protegida, con un contenido temático muy apropiado a los objetivos de conservación; pero, una cobertura reducida en los centros educativos del área protegida. El lenguaje y guion tecnicista tradicional de la conservación no alcanza a irrumpir en los puntos de anclaje de las redes de comunicación social rural; este no trasciende a los esquemas conductuales y actitudinales, y genera baja incidencia en el marco de una comunicación bidireccional y educación continua. La violencia que aún persiste en el área de estudio, en la actual etapa del posconflicto, afecta la participación comunitaria necesaria en la construcción e implementación conjunta de estrategias de educación para la conservación de la naturaleza.