El papel de la tecnología en la mejora de la calidad educativa ha sido cada vez más relevante en los últimos años. La tecnología ha transformado la forma en que se enseña y se aprende, brindando nuevas oportunidades para la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias. El acceso a Internet, la disponibilidad de dispositivos electrónicos móviles y las herramientas digitales han cambiado la manera en que los estudiantes acceden a la información, revisan un contenido educativo y colaboran con otros estudiantes. Además, la tecnología ha permitido personalizar la enseñanza, adaptándola a las necesidades y ritmos de aprendizaje de cada estudiante, lo cual ha mejorado la eficacia del proceso educativo. Sin embargo, es importante considerar los retos y desafíos que la tecnología presenta en la educación superior, como la brecha digital, la seguridad y privacidad de datos, y la necesidad de una capacitación adecuada al plantel docente. En resumen, la tecnología desempeña un papel fundamental en la mejora de la calidad educativa, en la actualidad la inteligencia artificial ofrece oportunidades innovadoras para el aprendizaje, aunque también es necesario abordar sus desafíos para aprovechar su máximo potencial.