A través del análisis de La batalla y de algunas características de “Una mujer”, sumado a algunas consideraciones sobre la trayectoria literaria de Walsh y el contexto político argentino y latinoamericano, el presente artículo pretende contradecir la narrativa —tan extendida y popularizada— de la politización “gradual” de Walsh, desde finales de la década de los 50 hasta entrados los 70. Acá se plantea que, durante la década de los años 60, debido a las desilusiones políticas y las condiciones del campo cultural argentino, Walsh se aleja de la intención política —en sentido estricto— de sus obras, y su escritura se ‘despolitiza’, si se le compara con sus trabajos anteriores —como Operación Masacre— o posteriores —como la Carta Abierta—.