Los conflictos socioambientales en Colombia, emanados del modelo económico neoliberal y sus políticas extractivistas, que viene aplicándose con mayor incidencia en las últimas dos décadas, guardan una estrecha relación con los proyectos de exploración, explotación hidroeléctrica y mineroenergética, como es el caso de las apuestas de la empresa Emgesa – Codensa, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y la Agencia Nacional de Minería (ANM) en el municipio de Cabrera, departamento de Cundinamarca. El afán de explotación hidroeléctrica del Estado colombiano y los propósitos transnacionales, han buscado desarrollar el proyecto hidroeléctrico del Sumapaz desde el año 2000, y su correlato está en la iniciativa de construcción de una represa y pequeñas centrales hidroeléctricas denominado “El Paso” desde el año 2015,afectando las fuentes de recarga hídrica del municipio ligadas al río Sumapaz, y buscando disponer de zonas veredales para la explotación minera; en contraposición a estos intereses, los pobladores del municipio llevaron a cabo una consulta popular, que se realizó el 26 de febrero de 2017, y cuyo resultado se fundamentó en el reconocimiento histórico de las luchas agrarias, la organización y participación activa del comité de impulso de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) en defensa del agua y la vocación agrícola del municipio, sumando al comité promotor de la consulta, que articuló la acción colectiva y los repertorios comunicacionales populares y alternativos, tradicionales, heredados y emergentes de actores sociales, sectores productivos, políticos, jurídicos, ambientales y académicos, para decirle “Ni un paso al Paso”. En este capítulo, a través de reflexiones conceptuales y teóricas, posicionando las voces de los sujetos de la consulta, se describe e interpreta el conflicto socioambiental, las acciones colectivas y los repertorios comunicacionales que hicieron posible el proceso y resultado exitoso en votación de la consulta popular en Cabrera.