La piratería marítima en el océano índico ha alcanzado en los últimos años, niveles preocupantes de afectación a las rutas de navegación comercial que comunican Europa, Asia y África, lo que ha obligado a las principales potencias navales del mundo a desplegar sus Unidades para enfrentar una amenaza no convencional dentro del concepto naval clásico de defensa de las Líneas de Comunicación.