El poema "La materia es mi madre" 1 es un himno a la tierra y la materia como único espacio capaz de liberar la identidad propia de los embrujos que amenazan con enajenarnos.Evoca un Anteo que en su lucha contra Hércules recobra sus fuerzas al abrazar a su madre, la Tierra.Sólo en el cobijo materno de la materia el ser humano libera su identidad de la angustia que le hace buscarse en espacios o modelos donde no puede llegar a ser sí mismo.Llama la atención que, en un poema no religioso, sino materialista, se describan algunos paisajes de este camino hacia la autenticidad con palabras y frases que vienen de un libro religioso, la Biblia.Tales son el "demonio", el "árbol de la ciencia", la "serpiente" del paraíso, "polvo eres y en polvo te convertirás", "todo esto te daré…", "tomen y coman", "segadora del trigo que sembraste llorando", "perecí en el diluvio".Con todo, Dios no es mencionado en ninguna parte.¿Es esto contradictorio?El camino hacia la identidad auténtica pasa por cinco estancias que revisamos en los párrafos siguientes, a continuación del poema incluido en La miseria del hombre (1948) 2 : LA MATERIA ES MI MADRE 1. La mano del demonio 2. me hace hablar, me acaricia, me estrangula, 3. me arranca la comida de la boca, me obliga,