La proyección internacional del país, la generación de conciencia marítima y fluvial, la defensa nacional y su contribución a la seguridad regional y la protección de los intereses marítimos y fluviales, como activos oceanopolíticos consolidan la Diplomacia Naval la cual se convertirá en una herramienta de la oceanopolítica del Estado Colombiano para fortalecer la integración de las entidades relacionadas con la administración marítima y aquellas entidades de la política exterior del país y así apoyar en la mitigación de amenazas tradicionales y no tradicionales en los espacios marítimos y fluviales.