La profesionalización de la enfermería ha sido por mucho uno de los más grandes logros en la historia del colectivo femenino por la lucha de la igualdad de género no solo en el contexto académico, sino también en la mayoría de contextos socioculturales que diversifican el mundo. La enfermería, gracias a sus raíces predominantemente femeninas y a las dificultades claramente representativas del contexto en el que surge, carga a cuestas la gran responsabilidad de perpetuar los saberes y talentos en el ámbito académico de cientos de mujeres que dedican sus vidas al logro de la profesionalización de la disciplina. No obstante, la lucha no se encuentra saldada, pues continúan vigentes factores que desfavorecen el avance científico de la profesión.