En el siguiente artículo se analiza el poemario Tangos (1987), del chileno Mauricio Redolés, con el propósito de indagar en la vivencia del exilio provocado por la dictadura militar chilena. Se propone que el autor poetiza la experiencia del exilio a través del estilo musical del tango. Pues en el tango la música, la letra y la danza confluyen para dar cuenta de una determinada representación cultural que varía, según la geografía y temporalidad en que está situada. En este sentido, la particularidad de este poemario reside en cómo dialogan y se emplean estratégicamente, a nivel escritural, motivos propios del tango como la ciudad, la sexualidad y fenómenos migratorios con la postura de una voz poética que enuncia desde el desarraigo.