Desvincular la investigación en el aula de la práctica pedagógica es una anteojera que además de mantenerse vigente, ha hecho de la educación un proceso más anacrónico, menos feliz, más desmotivante, menos eficaz. En ese sentido, este libro resultado de investigación, comparte hallazgos que no sólo dan cuenta de las impensables bondades de conectar la investigación, la práctica pedagógica y el asunto emocional en el acto educativo, sino que, además, reflexiona sobre algunos descubrimientos neurocientíficos que determinan más claro que nunca que entender el asunto emocional también debe ser tarea de los profesores de todas las áreas del conocimiento y de cualquier nivel educativo.