La presente investigación se basa en un análisis sistemático de literatura, la idea surge a partir del impacto ambiental negativo que se está evidenciando a nivel mundial, derivado en parte, por el consumo desmesurado, pero necesario de tapabocas quirúrgicos, que son utilizados como elemento de protección personal (EPP) a consecuencia de la situación actual causada por la pandemia del COVID – 19. Debido a que el principal componente de los tapabocas es el polipropileno, la inadecuada disposición final que se le da a estos elementos y su tardía degradación ocasionan que estos desechos plásticos se acumulen generando así contaminación a diferentes ecosistemas. A partir de dicha problemática, se evidencia la necesidad de sustituir el plástico convencional derivado del petróleo, por un material con las mismas propiedades, pero que sea amigable con el medio ambiente, por lo cual, se analizaron los biopolímeros que podrían utilizarse en la fabricación de tapa bocas; se identificaron los tipos de Biopolímeros susceptibles para tal fin, comparándolos a partir de sus propiedades físicas, químicas e impacto ambiental, así mismo, se dio importancia a su viabilidad económica, tecnológica e industrial. Los Biopolímeros a tener en cuenta fueron: el PHA (polihidroxialcanoatos), PLA (ácido poliláctico), PHB (Poly-3-hydroxybutyrate), La Quitina y la PA-11 (poliamida 11) de manera que se descartó la Quitina por su efecto corrosivo y la poliamida 11 debido a su propiedad de absorción de humedad, estas características dejaron a estos dos biopolímeros en gran desventaja frente a los otros tres. La principal característica del PHA, PLA y PHB es su tasa de degradación relativamente baja en comparación con el plástico convencional; el PHB cuenta con propiedades muy similares a las del polipropileno, pero se descarta debido a que su costo de producción es muy alto y su utilización en la industria se limita a productos envasados; el PHA cuenta con gran versatilidad esta es una gran ventaja ya que puede ajustarse a las propiedades del polipropileno, además, es resistente al agua y no toxico. De acuerdo a la información recopilada, entre el PHA y el PLA se concluye que cualquiera de los dos puede ser apto para la sustitución del polipropileno en la fabricación de tapabocas quirúrgicos, teniendo en cuenta sus propiedades físicas y químicas, sin embargo, el hecho de que el PLA tiene mayor viabilidad económica hace que su uso en la industria sea cada vez mayor y eso genera la reducción de su precio en el mercado, dándonos la noción que dicho bioplástico es la mejor opción.
Tópico:
Occupational Health and Safety in Workplaces
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FuenteEncuentro Internacional de Educación en Ingeniería.