El COVID-19 obligó a que las Instituciones de Educación Superior tuvieran que cambiar el ambiente de aprendizaje de presencial a asistido por ordenador, para poder continuar y asegurar la calidad educativa. Objetivo: Este estudio se evaluó el efecto del cambio de ambiente sobre el rendimiento académico de estudiantes de Ingeniería Química. Participaron estudiantes de Química General I e Ingeniería de Fenómenos de Transporte, reconocidos como aprendices y conocedores, respectivamente. Materiales y métodos: Se diseñaron y validaron dos instrumentos tipo likert para evaluar la percepción en términos de variables académicas y sociales, en dos momentos, iniciando el aislamiento y al finalizar el semestre, además se compararon las notas de los estudiantes que participaron en el estudio, llamados aprendices y conocedores, de primero y sexto semestre, respectivamente, con las notas de estudiantes que vieron las asignaturas en otros periodos. Resultados y discusión: Aprendices disminuyeron su rendimiento al experimentar un nuevo contexto de aprendizaje que afectó fuertemente el componente social, mientras que conocedores mejoraron su rendimiento por tener una adaptación escolar, producto de su experiencia y madurez mental. La comunicación y el bienestar formativo fueron reconocidas como las variables que identifican la presencialidad, favoreciendo la apropiación del conocimiento y el desarrollo de competencias. La modalidad remota, condiciona la metodología afectando el aprendizaje, y finalmente, la evaluación no cambia al modificar el entorno, ya que, por ser una declaración institucional, no depende del espacio de aprendizaje. Conclusiones: El ambiente de aprendizaje incide en el rendimiento de los estudiantes, negativamente a los aprendices y positivamente a los conocedores, quienes por tener experiencia universitaria manifiestan capacidad de adaptación. De otro lado, la presencialidad favorece el bienestar mejorando la comunicación asertiva y el desarrollo de competencias transversales.